Las infecciones del riñón suelen ser una de las más comunes. Cursan con un intenso dolor pélvico y de espalda, ahí donde es habitual tener unas décimas de fiebre. Si te ha ocurrido alguna vez ya sabes lo problemático que resulta, de ahí que queramos hablarte de esta enfermedad y de las pautas a seguir.
La infección en uno – o incluso en ambos – riñones se sucede cuando unas bacterias se han adherido a ellos, inflamándolos e impidiendo que funcionen con normalidad, ocasionando además, que existan varios síntomas en nuestro tracto urinario a tener en cuenta. Es decir, veremos que nuestra orina es diferente, y que incluso sufrimos dolor. Pero veámoslo con detalle.
Causas de una infección en el riñón:
- Bacterias.
- Una infección en la propia vejiga.
- Piedras en el riñón.
- Normalmente es más frecuente en las mujeres.
- Diabetes.
- Anomalías genéticas en el riñón.
- Quistes en el riñón.
- Algún tipo de anemia.
- Tener bajas las defensas y un sistema inmunitario debilitado.
¿Qué síntomas puedo tener?
- Dolor en el abdomen, la parte inferior de la espalda, o incluso en una parte de la ingle.
- Cansancio.
- Unas décimas de fiebre.
- Urgencia para orinar, aunque solo sea para dejar ir un poco. Y cuando lo hacemos sentimos dolor y ardor.
- Escalofríos
- Náuseas.
- Pérdida de apetito
Remedios caseros para las infecciones urinarias
Ya sabes que va a ser tu médico quien establezca el tratamiento a seguir, y lo habitual son sin duda los antibióticos, esenciales para bajar dicha infección. Mientras, en casa sería adecuado que siguieras lo siguientes consejos, muy adecuados para mejorar el funcionamiento de nuestros riñones, facilitándole el trabajo y ayudando en esencia a todo el sistema urinario.
1. Una cucharadita al día de bicarbonato de sodio
Nada tan sencillo y a la vez tan efectivo. Basta con tomar un vasito de agua después de tu comida principal junto a una cucharadita de bicarbonato de sodio. ¿Y por qué te preguntarás? porque ayuda a que los riñones puedan filtrar mejor, facilitándole el trabajo y depurándolo, eliminando así cualquier toxina procedente de dicha infección. Así que ya sabes, nunca está de más una cucharada al día de bicarbonato.
2. Bebe suficiente agua

Es básico. Dos litros de agua al día. De ese modo iremos eliminando toxinas, mejorando la funcionalidad de los riñones, del hígado y en esencia de todo el cuerpo. Cuanta más agua bebamos mejor eliminaremos esas bacterias que están dañando nuestro riñón. Puedes ponerle un poquito de jugo de limón para que te sea más agradable, basta con unas gotitas. Pero eso sí, no incluyas azúcar.
3. El jugo más adecuado: arándano

Está comprobado por numerosos estudios: tomar jugo de arándano impide a las bacterias pegarse a las paredes del tracto urinario lo que hace más fácil eliminarlas en la orina. Así de fácil. Sería pues ideal que te tomaras al menos dos vasitos al día. Si no te es posible encontrar jugo de arándanos, también son muy adecuadas las uvas, por ejemplo. No lo dudes.
4. El agua de coco y sus propiedades para el riñón

Tanto el agua de coco como el aceite de coco, son maravillosos para eliminar las baterias que suelen adherirse a nuestros riñones, además, es un poderoso antibacteriano que puede matar la bacteria E. coli aún cuando la misma se ha hecho resistente a los antibióticos. Así pues, no dudes en beberte al menos dos vasos de agua de coco al día: al despertarte y al acostarte. Así mismo, el aceite de coco, sería perfecto que lo tomaras en dos cucharadas al día.
5. Los beneficios de comer espárragos

¿Lo sabías? El espárrago es un excelente purificador de las vías urinarias, capaz de ayudarnos a curar infecciones tanto del riñón como del tracto urinario. No te preocupes si cuando los consumas tu orina huele mal, es normal. Mientras, sus sustancias curativas irán haciendo su trabajo en tus riñones. Así que no lo dudes, acompaña tus ensaladas con los siempre sabrosos espárragos y cuida de tu salud.
6. El Vinagre de manzana

Cuando tenemos infección de orina, por ejemplo, es ideal tomar un vaso de agua con una cucharada de vinagre de manzana. Además es un excelente remedio para evitar digestiones pesadas, se trata en esencia, de un buen aliado para todo nuestro sistema digestivo y el tracto urinario. ¿Qué tal si lo tomamos una vez al día después de tu almuerzo? Basta con una cucharada en un vaso de agua. Te irá muy bien.
7. Las maravillas de un sencillo licuado de apio

Una estrategia muy sencilla con la cuál, lograrás ir reduciendo la infección de tus riñones. ¿Y cómo la preparamos? Muy fácil, solo necesitas llevar a la licuadora dos tallos de apio, dos rodajas gruesas de piña y una taza de té de manzanilla. Añade un litro de agua y bebe a lo largo del día. Verás qué bien te sienta.